Crónica parcial e inevitable de la final del Play Off Express de Málaga. Foto AD Alcorcón FSF
Esta extraña crónica debe iniciarse con una explicación y una disculpa. Algunos saben que, además de emborronar cuartillas sobre fútbol sala femenino en La Pelota No Se Mancha soy entrenador de porteras de AD Alcorcón FSF. Al término de la final del domingo me era muy complicado objetivizar mi visión del partido, al cabo de estos días he decidido hacer una crónica completamente subjetiva sobre ello. Esta es la explicación, la disculpa es a Pescador Rubén Burela. Aunque haya habido mucho medios que ya se hicieran eco de su triunfo con objetividad, pido perdón al conjunto naranja por no hacerlo yo, sin quitar en ningún momento mérito ni justicia al triunfo gallego.
Tras el emocionante triunfo en semis Alcorcón se debatía entre la extraordinaria primera parte y la incertidumbre de que con pocas oportunidades Ourense hubiera empatado. Si bien el subidón del triunfo en los penaltis nos hacía creer. A todos, a las jugadoras y a los técnicos. El inicio de la final no fue como se esperaba, el escenario (no el Martín Carpena sino el estar en una final) impresionó más a las amarillas, no acostumbradas aún a tanta altura. El ímpetu de los primeros minutos de la semifinal no se vieron en la final. Burela dominaba la pelota y como consecuencia también el tempo de partido. Sin embargo la primera fue de Vane Sotelo, tras un rechace de Jozi remata al cuerpo de la portera burelista. Cuando el partido parecía igualarse llegó el gol de Balle en propia puerta. Yo pienso que no existe la suerte, que esos goles también se entrenan y que las posiciones corporales son muy importantes para que esas jugadas no sucedan. Belle aguanta, no se gira pero el balón rebota y entró por la escuadra de Estela.
«Las finales no se merecen, se ganan» que decía el clásico, Burela empezaba a ganarla. Al poco la estrategia de Piru funciona y Estela Cantero nos da el empate. Ventaja recuperada. Pero poco dura. Había que ser históricos y vaya que si lo fuimos. Primer penalti pitado de la historia en una Instant review en fútbol sala, con el pequeño detalle de que fuera en contra. Nere Moldes agarra a Peque. El penalti lo tira Jenny Lores (no teníamos vídeo de sus penaltis), Estela lo adivina, como tantas veces en este fin de semana, pero no alcanza a pararlo, 2-1. Otra vez a remolque.
¿Quién está para tirar del carro? La de siempre, Vane nos demuestra por enésima vez su competitividad y empata con un tiro ajustadísimo al palo derecho de Jozi. Y descanso. Empate, esperanzas intactas y buenas sensaciones al habernos repuesto de dos ventajas. No he vuelto a ver el partido completo y menos esta segunda parte. Mis sensaciones fueron que tuvimos más llegadas, que Burela controló mejor el partido y que acertaron la ocasión que decidió la final. Tras una pérdida, un desajuste en el repliegue y el remate de Jenny al segundo palo al que no llega Estela por algún paso de menos. Esas cosas deciden una final. El juego de cinco que se propuso no fue malo, tuvimos un par de ellas, quizás no demasiado claras. No nos valió. Suena la bocina. Euforia naranja,
Bajo al campo a intentar consolar a nuestras chicas cuando yo tampoco soy capaz de encontrar consuelo. Te tragas las lágrimas y la mascarilla ayuda a parecer sereno. Cuando llego a ellas intento levantar el ánimo de mis heroínas. Mujeres de diez que se cascaron casi 70 sesiones físicas exigentes en casa, luchadoras en un mar de lágrimas que volvieron del confinamiento en mejor forma de la que se fueron. Aída nos recogió a todos y vimos que esas lágrimas no se debían esconder, eran orgullo de sabernos capaces, de haber llegado y no querer irnos. Lo que más nos dolió fue que nos lo creímos. En los entrenamientos nos sentimos capaces, el paso que hemos dado es que ahora nos sabemos capaces. Nadie en el equipo pensó en quitarse la medalla, esta plata que a algunos les molesta es la prueba de este paso y nos sentimos orgullosos de ella.
Cuando veíamos que Bea Mateos estaba en el lugar que deseábamos para Aída y explotaban los miles de confetis por el aire sentí el vacío. El vacío del que lo ha dado todo. Lo habíamos dado todo y no nos llegó. Pero en eso estamos, la próxima vez habremos crecido y ese todo sí nos dará. Ojalá.
Por eso chicas, es solo el principio. Gracias, AD Alcorcón FSF. Enhorabuena, Burela.