Aspil-Jumpers Ribera Navarra consiguió su primera victoria a domicilio de la temporada al imponerse en Vista Alegre a un Córdoba Patrimonio de la Humanidad que se vio superado en gran parte del encuentro. Dos goles de Javi Míguez y otro de Uge encarrilaron el duelo para los de Pato, pero Boyos y Pablo del Moral recortaron diferencias para los blanquiverdes, que rozaron el empate en los últimos minutos de juego (Foto: Córdoba Futsal).
En un partido clave en la larga pelea por la permanencia, fue Aspil-Jumpers Ribera Navarra el que salió victorioso del feudo cordobés ante un Córdoba Patrimonio de la Humanidad fiel a su estilo y que vende muy cara la derrota por muy superado que se vea. La seña de identidad de los blanquivioleta volvió a salir a relucir en el último cuarto del encuentro, cuando los locales perdían 0-3. Antes, durante los primeros 30 minutos, también apareció la seña de identidad del equipo de Pato: más allá de los resultados, el juego vistoso.
Y es que Aspil fue mucho más equipo que el Córdoba en la primera parte y fruto de ello dos zarpazos seguidos, superado el minuto diez, puso el 0-2 en el electrónico, gracias al acierto de Javi Míguez y Uge. Los de Josan se veían superados por los tudelanos, que llevaban a la ciudad califal con la firme idea de cosechar su primera victoria lejos de casa en este curso que comenzó tan complicado para sus intereses.
Nada cambió tras el paso por vestuarios y Javi Míguez amplió la renta para Ribera Navarra, un resultado que pudo ser más abultado de no ser por la gran actuación de un ex como Prieto. Los minutos fueron pasando con un Córdoba que quería pero no podía, aunque le quedaba su última bala: el orgullo, la lucha y la entrega.
Fue en el 29 cuando Pablo del Moral se enfundó la elástica de portero para ir en busca de un imposible. Un imposible, por cierto, que lo fue siendo menos cuando Boyos abrió la lata. Y menos aún, cuando en el 32, el propio Pablo del Moral ponía el 2-3.
Tras un par de minutos de sosiego, los cordobeses volvían a la carga, comandados por un desatado Jesulito, que rozó el gol en más de una ocasión. Los de Pato sobrevivían al temporal, apoyados en Gus y en los palos, que repelieron dos veces el empate local, hasta el bocinazo final, que certificó la victoria de los navarros, que ya salen del descenso. Por su parte, el Córdoba se queda con seis puntos, en la última plaza que, a día de hoy, certificaría la permanencia.