Con un doblete de Lieke Martens el Barcelona se impuso al PSG por 2-1 y jugará la final de la Champions el próximo domingo 16 de mayo ante el Chelsea en Gotemburgo.
Segunda final en tres años. Se dice pronto pero es algo muy grande e histórico lo que ha conseguido el conjunto azulgrana. Un camino forjado a base de trabajo, de ir creciendo a cada paso dado, de apostar por el equipo y de tener un objetivo claro e ir subiendo peldaños hasta acercarse a ello. La final de 2019 se perdió ante el todopoderoso Lyon, pero nunca antes una derrota había aportado tanto de positivo a un equipo. Desde ese momento del mes de mayo en Budapest el equipo ha forjado experiencia, se ha levantado de los golpes y no ha perdido nunca la fe en el potencial así como que nunca han dejado de pelear por volver a estar ahí, en lo más alto del futbol europeo y tener la opción de nuevo de levantar la Champions. Esta nueva oportunidad ya tiene rival, fecha, hora y lugar: domingo 16 de mayo a las 21h en el estadio Gamla Ullevi de Gotemburgo (Suecia) y delante estará el Chelsea tras eliminar al Bayern.
Tras conseguir un meritorio empate a uno en la ida, el partido de vuelta se presentaba igualado y no ha estado exento de sufrimiento pese a que el Barcelona se ha adelantado a los siete minutos con un gran disparo a la escuadra de Lieke Martenstras un pase al espacio de Leila. Las francesas no han perdido el temple y han seguido jugando su partido sabedoras de que tendrían sus opciones aunque éstas parecieron desvanecerse cuando a la media hora otra vez Martens hacía el segundo al rematar a placer en el segundo palo un servicio de Graham Hansen. Con el 2-0 el partido y la eliminatoria parecían sentenciados pero poco ha durado la alegría ya que en el 33′ Katoto ha aprovechado un embrollo en el área culé para recortar distancias y devolver la emoción al duelo.
Segunda parte de sufrimiento y final de euforia desatada
Tras la reanudación, el PSG salió en busca del empate ya que ese resultado le clasificaba para la final y pudo haberlo logrado con un disparo de Bachmann que Sandra Paños despejó. La respuesta culé fue una jugada personal de Graham Hansen y su posterior finalización que Endler envió a córner. En ese servicio, Jenni Hermoso remató al palo y la defensa despejó de nuevo a córner que Marta Torrejón cabeceó al larguero, en una doble ocasión clara para el Barça. Pero la más clara fue en el minuto 90 cuando Oshoala se plantó sola ante Endler pero no logró superar la salida de la guardameta.
Pitido final y alegría desbordada y desmedida sobre el terreno de juego y en la grada para celebrar que el equipo vuelve a tener otra oportunidad de alzarse con el máximo título continental.