El Barça Lassa mostró tablas de campeón ante el Jaén Paraíso Interior, vigente vencedor de la Copa de España, y sigue su firme camino hacia el trofeo. Foto: Toño de la Parra.
Esta vez no hubo gafe ni nadie que le amargara los cuartos de final al Barça Lassa. El equipo de Andreu Plaza sigue con su más que firme candidatura a alzarse con la Copa de España tras doblegar al vigente campeón con un 3-0 más igualado de lo que dictó el electrónico. No hizo un partido brillante, pero el cuadro azulgrana mostró tablas de campeón. Manejó los tiempos del partido con maestría y apenas permitió que el Jaén se mostrase ante Dídac. Osasuna espera antes de la gran final.
No tuvo muchas oportunidades el duelo y, como anécdota, también se llegó al descanso sin goles. Como en todos los cuartos de final. Ambos equipos trataron de inquietar al enemigo más a base de zapatazos y tiros exteriores que con verdaderos acercamientos de peligro. La primera fue de Alan Brandi, que casi aprovecha un error en un pase de Adolfo, pero enseguida contestó el Barça obligando a Espíndola a hacer una meritoria doble intervención y con un larguerazo de Sergio Lozano.
El encuentro transcurrió con una enorme disputa y lucha, pero con nula profundidad. Aun así hubo ocasiones para Dyego y Ramón en dos bonitas transiciones. Antes del descanso la opción fue para Aicardo con un chut marca de la casa, pero se le fue por poco.
La segunda mitad la arrancó más caliente el Barça que el Jaén. Lozano probó, Ferrao cabeceó y el brasileño volvió a intentarlo, pero todas las acciones acabaron o fuera o en las manos de Espíndola. Así hasta que apareció la ilimitada sociedad Dyego-Ferrao. Sabes lo que van a hacer y tratas de impedirlo, pero lo hacen igual. Cosas de cracks. El ala se fue por la izquierda y cedió al centro. Allí apareció el pívot para meter la punta de la bota y adelantar al Barça
Trató de despertar al golpe el equipo de Dani Rodríguez con una preciosa acción de Dani Martín evitada por Dídac, pero no era el día de los jienenses, sobre todo en el juego. Así que, con el tiempo achuchando, llegó la hora el juego de cinco y de la tormenta. Muchos réditos ha logrado el cuadro andaluz jugando con superioridad y varias decepciones los azulgranas, pero esta vez fue todo lo contrario.
El Barça aguantó estoicamente y pudo matar el partido en varias ocasiones desde su propio campo, pero no fue hasta el último minuto cuando los de Andreu Plaza pudieron respirar. Una falta de entendimiento en el ataque andaluz la aprovecharon Lozano y Adolfo para salir a la contra con presteza y que el Búfalo marcase a placer; y ya sobre la bocina Marcenio puso la guinda para delirio azulgrana. El campeón cae como solo sabe hacer, luchando hasta el final, y el Barcelona sigue su camino.