Javier García «Chino», jugador del Viña Albali Valdepeñas, atiende a La Pelota No se Mancha para hablar de la posible vuelta del fútbol sala en este confinamiento para disputar los play-offs exprés de Liga. Además, con él repasamos su trayectoria y los momentos que más le han marcado. (Foto: Viña Albali Vadepeñas)
¿Mejor el confinamiento ahora que se puede salir más?
Sí, ya me he acostumbrado. Al principio lo pasé peor porque la situación era nueva. Pero ahora que se puede salir a correr, mejor. Yo salgo por la mañana a hacer mi ruta porque luego a las 20h hay más gente y depués realizo los ejercicios que nos manda el preparador físico. Así por lo menos podemos salir y despejarnos.
¿Qué te parece la solución de jugar unos play-off exprés para acabar la temporada?
Creo que es la mejor solución y sería lo más adecuado. Aunque sea con concentración, en una seda única y sin aficiones. Pero me imagino que sería televisado así que la gente lo puede ver. Aún así sigue siendo la mejor opción.
Aunque no es aún seguro al 100% que se vayan a poder jugar los play-offs, ¿no?
Exacto. Yo no estoy del todo seguro que se pueda jugar. Veo muchas noticias hablando del play-off exprés pero no estoy del todo convencido. Ojalá sea así porque yo quiero jugar, entrenar y es lo que más necesito en este momento, pero no lo veo claro. Al final lo más importante es la salud y el bienestar de todos.
Y si se juega, que os aseguren que habrá total seguridad…
Si se juega está claro que será a puerta cerrada y con controles previos antes de los entrenamientos de jugadores y técnicos. No podemos volver a unas semanas atrás cuando la pandemia estaba peor y recaer. Esperemos que si se reanuda sea en las mejores condiciones.
Conociendo a vuestra afición, ¿os perjudica que se juegue a puerta cerrada?
Totalmente. Con la afición que tenemos que es un apoyo incondicional y nos da siempre su aliento. Pero ahora nos tenemos que acatar a las normas y jugar de esta manera.
Aunque, por otro lado, el hecho de que sea a partido único como en la Copa de España, hace que esté más igualado todo.
En ese sentido sí que nos beneficia porque en un partido puede pasar de todo. Ya lo vemos en la Copa todos los años. Este año hemos sido nosotros quien ha dado la sorpresa y podemos hacerlo también en este play-off exprés. Y como has dicho, las fuerzas se igualan y puede pasar cualquier cosa.

Chino y Catela celebran un tanto en las semifinales de la Copa de España. (Foto: Valdepeñas)
Tú lo has dicho, habéis sido la sorpresa. Cuando empezó la temporada, ¿os imaginabais llegar al final de temporada terceros y finalistas de copa?
Yo soy bastante ambicioso y positivo y sabía que íbamos a hacer una buena temporada, pero no tan buena. Hemos hecho números de un equipo grande y eso está al alcance de muy pocos. Llegar a una final de Copa y, además, habría que ver qué hubiera pasado si la competición hubiera seguido. Íbamos a dar seguro bastante guerra todavía y en los playoffs, si se juegan, vamos a dar guerra.
Y si dais la misma guerra que en Copa… ¿por qué no soñar con Europa?
Eso son palabras mayores, pero está ahí. Es una realidad y puede pasar, como el llegar a la final de Copa. Ojalá estar ahí y que Valdepeñas juegue competición europea.
Imagínate la marea azulona por toda Europa…
Estoy seguro que si jugásemos UEFA bastante gente se desplazaría. Lo tengo clarísimo. Jugásemos donde jugásemos habría alguien apoyándonos. Más o menos personas, pero algún aficionado seguro.

La Marea Azulona del Valdepeñas fue la sensación de la pasada Copa de España. (Foto: Aure/Valdepeñas)
Todo lo que habéis conseguido también es gracias al ambiente en el vestuario.
La clave del éxito de Valdepeñas en gran parte es el vestuario. Somos una piña. Todos somos conscientes del rol que tiene cada uno. Aquí no hay egos, ni envidias como en otros vestuarios. La clave de este Valdepeñas es que todos nos llevamos muy bien. Somos un vestuario muy sano y sin eso nada hubiera sido posible.
Y encima con un entrenador como David Ramos al frente..
David y yo llegamos el mismo día al club y yo estaba convencido de que íbamos a revertir la situación porque es un tío muy serio, competitivo y organizado que siempre quiere hacer todo bien. El carácter que tiene es muy ambicioso y sabe llevar un vestuario. Es un gran partícipe de que el equipo esté donde esté ahora.
Y esa ambición os la contagia a los jugadores…
Totalmente. Además es muy motivador. Si la gente viera las charlas que da en el vestuario, alucinaría. Esa ambición al final se ve plasmada en la vista. El carácter de Valdepeñas cambió cuando él llegó.
Quien sigue seguro en ese vestuario eres tú. Fueron inteligentes al darse prisa para renovarte…
Yo sí. Renové tres años y aquí estoy muy contento. Se pusieron en contacto conmigo en diciembre y lo querían cerrar cuanto antes. Con la temporada que estaba haciendo tenía ofertas interesantes y tenía que valorarlo todo. Yo exigía unas condiciones que creía que eran las idóneas. Al final llegamos a un acuerdo y estoy muy a gusto aquí. Espero que el proyecto siga adelante porque por eso decidí quedarme y no salir. Es una buena manera de que yo siga creciendo como jugador.
Mi primer año en Primera División fue el peor de mi carrera
Seguir creciendo como jugador. Un jugador que lleva desde los 18 años prácticamente jugando en Primera División. Pero que en los inicios no lo tuvo fácil…
Empecé en Puertollano en Primera pero fue una temporada fatídica. Estuve unos siete u ocho meses sin cobrar. El club y la plantilla era muy humilde. Lo pasamos bastante mal en cuanto a la organización del club. Económicamente no estaban bien. Teníamos que hacer viajes en el día, sin poder hacer noche, comíamos bocadillos. Como un equipo de amigos. Y a esto hay que sumarle que llevábamos 7-8 meses sin cobrar cuando los sueldos eran muy pequeños. Yo era un niño y lo que quería era hacerme un hueco y un nombre en la categoría, pero si encima no me pagaban… era difícil. Tenía que ir a casa del presidente a comer y pedirle dinero a mi madre. Es de las peores cosas que me han pasado en el fútbol sala.
Un ejemplo claro de que antes de los éxitos de ahora hubo un sacrificio bastante importante.
Sí. Igual otros jugadores en esa situación dicen: «mira llevo meses sin cobrar, darme de baja, me voy a casa y juego en una categoría semiprofesional o me busco un trabajo». Yo lo que tenía claro es que lo iba a pasar mal pero si hacía una buena temporada iba a encontrar equipo, iba a ir mejor e iba a crecer también como persona y aposté por ello.

El albaceteño durante la final de Copa de España 2018.
Y, ¿te arrepientes de alguna decisión que hayas tomado en tu carrera? Por ejemplo, ¿aceptar o rechazar una oferta?
Arrepentirme, no. Pero sí que es verdad que he tenido ofertas muy, muy interesantes y he valorado otras cosas, como el estar cerca de mi hijo. Pero arrepentirme no. Igual cuando pase el tiempo diga: “¿y si yo hubiera elegido esto?, ¿cómo hubiera evolucionado como jugador y como persona?” Lo que peor he llevado ha sido mi decisión de irme a Xota. Lo pasé muy mal psicológicamente, pero estoy muy agradecido a ese club. Los cinco meses que estuve allí me trataron estupendamente. No fue el momento adecuado creo de salir de Jaén hacia allí, pero no me arrepiento de no haber ido.
Me siento en deuda con Xota por no ofrecerles el mejor Chino
Esos meses que fueron más duros psicológicamente, ¿lo notabas cuando saltabas a la pista?
Muchísimo. Me considero una persona profesional en mi trabajo e intentaba evadirme y no llevarme mis sentimientos al trabajo. Es complicado intentar evadirse. Yo lo intentaba, pero llegaba al entrenamiento y pensaba más en lo que tenía fuera que en hacer mi trabajo. Estuve 5 meses, pero creo que hice un buen inicio de temporada, aunque no al nivel que ahora estoy. El club hizo un esfuerzo muy grande y me sabe mal no haber podido ofrecerles el mejor Chino y me siento en deuda con ellos. Al final es algo que no se puede controlar. Si tu cabeza no está bien en este mundo, no vas a poder darlo todo en tu trabajo. Por eso tengo mal sabor de boca, por no poderles ofrecer mi mejor versión.

Chino con Xota en un partido frente a Valdepeñas. (Foto: Valdepeñas)
¿Qué fue lo que te llamó la atención de la oferta de Valdepeñas en ese momento?
Ellos en verdad no sabían que yo quería salir de Xota. Fui yo el que se puso en contacto con Leo Herrera, el antiguo entrenador y amigo mío. Les dije: “mira, estáis en una situación complicadísima con 7 puntos y si queréis darle la vuelta, Chino no os vendría mal en este equipo”. Les comenté mi situación y que si hacían un esfuerzo no me importaba aceptar el reto de salvar a Valdepeñas. Lo hicieron y salvamos la situación. No solo por mí, sino porque también llegaron David Ramos, Victor Montes o José Mario y todos aportamos nuestro granito de arena.
Lo salvasteis y mira dónde lo estáis dejando.
Yo lo sabía. Leo y el presidente Luis Valencia me comentaron la situación: si el equipo se salvaba, el proyecto iba a cambiar y a corto-medio plazo iba a ser muy interesante, iban a salir jugadores. Con el patrocinador que tenemos iban a apostar por un proyecto consolidado y serio. Salieron unos 8 ó 9 jugadores y llegaron otros con un caché muy grande y ahí está el resultado. Nadie se lo imaginaba.
Y, ¿alguna vez has tenido una oferta de los 3 grandes?
Buena pregunta. No puedo decir el equipo, pero sí han tenido contacto conmigo. Hemos estado hablando y estaban interesados en mí, pero he valorado más lo que tengo aquí. El club ha hecho un esfuerzo muy grande en mi renovación y estoy muy a gusto.
¿Cuál es el entrenador que más te ha marcado?
Dani Rodríguez. Es el que más partido me ha sacado. Psicológicamente me ayudó mucho y deportivamente me sacó un rendimiento altísimo. Desde que llegué a Jaén he crecido muchísimo y ahora soy el jugador que soy en gran parte gracias a él. En parte también a David Ramos, que fue el que me hizo debutar en primera división. Me parece uno de los mejores entrenadores de la liga.

Jaén Paraíso Interior ganó su primera Copa de España en 2015.
Y, ¿el compañero que más te haya marcado?
Es difícil elegir. En Jaén coincidí con José López, que ahora está en Mengibar. Me pareció un capitán muy bueno. Un profesional a pesar de no dedicarse profesionalmente al fútbol sala porque es profesor en un colegio. Se esforzaba como el que más siendo el más veterano y físicamente era el que mejor estaba. Sólo estuve un año con él, pero me marcó por el sacrificio que mostraba a este deporte sin dedicarse exclusivamente a esto. Además, todos nos veíamos reflejados en él. Era muy competitivo y te enganchaba. Además de los valores que tenía como persona.
Hablamos antes de tu peor momento, pero ¿cuál ha sido el mejor?
Me quedaría con mi debut en la selección española. Creo que lo más bonito que un jugador puede vivir es representar a su país en la selección absoluta. Es lo máximo. De pequeño soñaba con representar a mi país. Pero también me quedo con el ganar dos veces la Copa de España con un equipo humilde como el Jaén. La segunda vez en el Wzink Center de Madrid fue histórico porque fue el partido entre clubes con más aforo y encima la ganamos. Además, fui elegido el mejor jugador de la Copa y fue muy emotivo.
Y, ¿repetir con La Roja? ¿Para el Mundial?
Ojalá. Tengo muchas ganas de volver a representar a mi país y trabajo para que esa llamada llegue. El Mundial son palabras mayores. Es muy complicado. Fede ahora mismo lo tiene muy difícil. No me gustaría ponerme en su piel. Elegir a 15 jugadores con el nivel que hay es muy complicado. Van quince, pero podían ir treinta. Pero ojalá. ¿A quién no le gustaría jugar un mundial con su país?

Chino con La Roja frente a Finlandia en 2018. (Foto: RFEF)