El Aspil Jumpers se impone con justicia al Fútbol Emotion Zaragoza y deja prácticamente sentenciada su permanencia en la máxima categoría. Foto: Toño de la Parra.
El Aspil Jumpers Ribera Navarra sigue de dulce. Absolutamente envidiable su forma de salir del descenso, ir creciendo y de huir de la quema. Todavía queda pescado por vender, pero poco le falta al conjunto tudelano para celebrar una más que merecida salvación después de imponerse con justicia a un Fútbol Emotion que fuera de casa parece otro muy distinto al del Siglo XXI. Los tudelanos acarician la salvación y los aragoneses dan un paso atrás hacia el playoff.
A los 59 segundos ya se habían adelantado los visitantes por medio de Lemine tras cruzar el balón después de una pérdida en campo propio. No sería la única. Esa inercia positiva cogida desde el primer momento la extendió el conjunto tudelano a los 40 minutos y David de lejos y Dani Martín casi amplían distancias. Entre medio, Richi se encontró con Gus en una contra.
Estaba más cerca el segundo y Pedro ajustició en una contra que los aragoneses no cortaron con falta y que culminó Pedro con una sutil puntera pegada al palo izquierdo de Iván. No espabilaba el Fútbol Emotion ni con un cuarteto ni con el otro, aunque poco a poco fue recuperando el pulso y acortando distancias. Gus detuvo a Dian Luka, Sena tapó bajo palos el gol cantado de Richi y, al final, Eloy Rojas se inventó un golazo desde lejos en un saque de esquina para dar vida a los maños.
Sin embargo, tras el paso por los vestuarios, se repitió la historia y Gabriel Vasquez empujó al fondo de la red un tiro rechazado por el palo de Lemine. Después de algunas ocasiones de Terry, Basile y Javi Alonso, el partido se quedó muy encarrilado con un contragolpe tres contra Iván Bernad que resolvió Lemine después de que Gabriel le robase el esférico en medio campo a Adri Ortego.
Tuvo un pequeño arrebato el Fútbol Emotion, que consiguió ponerse de nuevo a dos goles después de que Adri Ortego marcase en el primer palo a la salida de un córner, pero la estocada definitiva la dio el propio Ortego en propia puerta en una desafortunada acción tras subir Gus al ataque.
Lo intentó de cinco el cuadro aragonés durante casi ocho minutos, pero no consiguió anotar, principalmente por un magnífico Gus, que detuvo a Eloy Rojas y Javi Alonso en varias oportunidades. De hecho, David, en dos ocasiones (una de ellas tremenda), pudo conseguir que la fiesta en el Ciudad de Tudela fuese mayor.