(Foto: Toño de la Parra | LPNSM) Juan Bosco Molina atendió, en exclusiva, a LPNSM días antes de su regreso al Ciudad de Tudela, pista en la que actuó como local las últimas seis temporadas. Esta vez jugará como visitante, defendiendo los intereses del Peñíscola FS: “será un día especial, estoy seguro”.
La tercera jornada de la LNFS significará la vuelta de Juan Bosco Molina a la que él considera su casa, el Ciudad de Tudela. El portero aragonés, ahora en las filas del Peñíscola FS, asegura que guarda muchos momentos buenos de su paso por esa histórica pista, pero se queda con dos realmente especiales en la entrevista que le hemos podido realizar, en exclusiva, para LPNSM.
PREGUNTA: ¿Cómo ha sido su adaptación al Peñíscola FS y al nuevo vestuario?
RESPUESTA: Desde el principio el trato ha sido muy bueno por parte de todos. La pretemporada ha ido bien, el equipo se está adaptando poco a poco y la verdad que contento con el cambio.
P: ¿Conocía a Cani?
R: Me hablaron de él cuando recibí su llamada y muy bien desde el primer momento. El trato tanto con Albert como con su equipo es perfecto. Te ayuda en todo lo que puede y es una persona con la que se puede hablar de cualquier tema.
P: Ha citado usted al cuerpo técnico. ¿Cuánto de importante es Fanchi y su trabajo como entrenador específico de porteros en el día a día?
R: Para nosotros es muy importante, y en otros equipos no existe. Aquí se le da mucha importancia y es fundamental. La figura de Fanchi, no solo como entrenador de porteros sino también dentro del vestuario, es importantísima. Es una persona que se lleva genial con todos, que nos ayuda en todo lo que puede. Da gusto trabajar con él. Nos transmite toda su ilusión y energía.
P: ¿Y la relación con Iván Reverter, el otro portero?
R: Iván es un gran portero, con un gran nivel y eso nos ayuda a ambos. La competencia, sana y de buen rollo, siempre es buena para seguir mejorando los dos. Posiblemente sea quien más me ha ayudado desde el primer día y eso dice mucho de él como persona. La relación es excelente.
P: El sábado volverá al Ciudad de Tudela, donde ha jugado seis temporadas como local. ¿Ha soñado ya con ese momento?
R: Sí que lo he pensado. Espero que sea un día bonito. Allí he pasado unos años maravillosos, donde siempre he sentido mucho cariño y apoyo por parte de la grada. El trato de todos ellos siempre ha sido de diez. Será especial y raro, por jugar como visitante, pero seguro que lo voy a disfrutar mucho. He vivido todo el crecimiento del club, desde Segunda hasta meterse en Copa y PlayOff, por lo que los recuerdos que tengo son muy buenos.
P: ¿Y cómo ve ahora al Aspil Vidal Ribera Navarra, con las nuevas incorporaciones?
R: El modelo de juego es diferente al resto de equipos y eso cuesta de acoplar todo. Creo que es pronto para empezar a valorarlo, ya que la pasada campaña perdimos los cuatros primeros y rozamos la Copa de España. Hay que darles tiempo. Ha llegado gente nueva, pero creo que van a estar en la pelea por esos puestos de privilegio.
P: Pasan los años, y los jugadores, pero el ADN de Pato continúa presente en ese vestuario
R: Aspil se ha ganado el respeto del fútbol sala con un estilo muy reconocible. Jugar en Tudela es muy complicado. Se trata de una pista donde puntuar cuesta mucho. Son muy competitivos allí, con la afición sin parar de animar y con unos jugadores implicados y que siempre se vacían en el campo.
P: No sé si lo sabe, pero Peñíscola FS nunca ha ganado en ‘la Caldera’
R: Es un buen dato para romperlo. Pero no solo Peñíscola. Hay muchos equipos que no han podido ganar allí. Creo que va a ser un partido muy igualado, que se va a decidir por detalles. El que esté más acertado de cara a puerta va a tener mucha ventaja.
P: Hablaba de las seis campañas como portero del Aspil Vidal. En la 2014-2015 fue nombrado mejor portero de la LNFS. ¿Qué significó para usted?
R: Fue una de las mayores satisfacciones en mi carrera deportiva. Estar entre los mejores de la mejor Liga del mundo, con compañeros como Herrero, Barrón o Sedano, entre otros, es una motivación muy grande. Fue impresionante.
P: Sin embargo, hasta el pasado mes de octubre no recibió la llamada de la selección española.
R: Para mí era un objetivo a cumplir. Una meta que alcanzar. El nivel de los porteros es muy alto y hay muchos que pueden ir. Yo siempre he trabajado con esa ilusión, con esa esperanza. Una vez vestida esa camiseta nacional está claro que quiero más, que trabajo cada día con muchas ganas por ayudar a mi equipo y mejorar en lo individual para volver con la Selección, pero es un tema que no me preocupa.
P: Y ya para finalizar. Seis años dan para muchas acciones, muchos encuentros, muchos instantes que se quedan en la mente de uno eternamente. Si le pido que cite dos de ellos, ¿cuáles serían?
R: El primero fue ya con Pato en el banquillo, su primera temporada. Era mi segunda campaña allí y ganamos al Barcelona, en el último encuentro de la primera vuelta, y conseguimos entrar por primera vez en Copa de España. El otro gran recuerdo fue, curiosamente, también contra el mismo equipo. Te sitúo. Primer partido de la eliminatoria de PlayOff. Marcador adverso de 0-3 y la Caldera empezó a animar como nunca. Nadie creía en nosotros, solo ellos. Remontamos 3-2 y nos fuimos con ventaja al Palau. Fue un día que jamás olvidaré.