Jaén Paraíso Interior 1-4 FC Barcelona Lassa // El conjunto jiennense vio como se truncó su racha victoriosa en la Salobreja ante un Barça que sigue con su pleno de triunfos a domicilio. La actuación sobresaliente de Paco Sedano sostuvo a un Barça que supo sufrir cuando peor se le puso el duelo (Foto: @FCBfutbolsala).
Se medían en el Municipal de la Salobreja dos equipos enrachados. Por un lado, Jaén Paraíso Interior, que había ganado todos sus partidos como local en esta Liga. Por otro, el FC Barcelona Lassa, que solo conoce el triunfo lejos del Palau. Una racha, incluso las dos, se iba a romper en la tarde del sábado.
Salió mejor el cuadro de Andreu Plaza, que fue protagonista de las pocas ocasiones que hubo en el primer cuarto de duelo. Con el paso de los minutos, la intensidad -seña de identidad de los andaluces- iba en aumento y el choque iba cobrando el cariz esperado. Igualdad, intensidad y pocas ocasiones. Aun así, un minuto de inspiración blaugrana, el 17, valió para que el Barça encarrilara, en teoría, el marcador. Leo Santana, en estado de gracia, y Esquerdinha, suma y sigue, hacían que el resultado fuera de 0-2 cuando los equipos marcharon para vestuarios.
La segunda parte fue totalmente diferente. Tras avisar en el arranque, Jaén se metió de lleno gracias a un penalti de Leo Santana -con roja directa incluida- convertido por Carlitos. Esto avivó los ánimos locales, que se vieron con capacidad de sobra para voltear el resultado. Más aún cuando el enfrentamiento entre andaluces y catalanes se calentó y hubo un ritmo incesante de tarjetas amarillas, que fue culminada con la roja a Esquerdinha. Era el minuto 29 y los dos goleadores del Barça estaban en vestuarios.
Ahí fue cuando realmente comenzó el sufrimiento de los de Andreu Plaza, que fueron sostenidos por un excelente Paco Sedano. El Barça aguantó los dos minutos de inferioridad y supo sufrir los siguientes siete, cuando todo Jaén rozaba el empate en cada acción y veía como todos sus intentos se topaban con el Muro del Palau, esta vez instaurado en la Salobreja.
Ya en los tres últimos minutos, primero con Dídac y después con Boyis, Daniel Rodríguez se la jugó con el portero-jugador. Siguió el cuadro local tocando el empate con la punta de los dedos pero éste se escapó en el último minuto cuando Jordi Campoy vio la roja directa. En superioridad, Rivillos sentenció y en el último segundo, aprovechando el juego de cinco rival, el torrejonero estableció el 1-4 final.