Lolo Jarque anuncia su retirada del fútbol sala profesional tras no ser renovado por el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. El cordobés ya es historia del club tras anotar el gol que les valió el ascenso a Primera División hace un año. 8 equipos y 4 países en 12 años de profesional que terminan dejando al club que ama en la máxima categoría del futsal español. (Foto: Córdoba Patrimonio de la Humanidad)
Antes de nada, ¿Cómo te encuentras?
Bien. Asimilando un poco todo esto. Son 12 años y toda tu vida prácticamente dedicada a un sueño y a una vida de profesional. Ahora va a ser una vida nueva: no voy a ir a entrenar en agosto en pretemporada, ni cada sábado a un pabellón a jugar. Antes me dedicaba a ello todos los días y ahora hay que cambiar de dinámica y de emociones.
¿Cómo se prepara uno psicológicamente para este cambio?
Yo pienso sobre todo en agosto cuando vuelva la pretemporada o empiece la competición y ya no esté ahí y sé que lo voy a pasar mal. Es innegable. Por muy preparado que estés, cuando llega el momento y ves que tus amigos continúan con su trayectoria deportiva y que tú podrías estar ahí sino fuera por ciertas circunstancias, se pasará mal. Cuando firmamos el primer contrato como profesional te das cuenta de que tiene fecha de caducidad y que tienes que vivirlo a tope y disfrutarlo porque esto no dura eternamente. Al final es un tramo que tienes que pasar.
¿Qué se te pasa por la cabeza cuando estás tomando la decisión?
Cuando estaba sentado a las 10 de la mañana para publicar la carta se me pasaron muchas dudas: “¿Lolo estás seguro? Que ya no hay vuelta atrás y ya no vas a volver a jugar, ni ir a pabellones”. Yo no concibo un 15 de agosto de vacaciones en mi casa porque no lo he vivido nunca.
¿Esta retirada es una decisión que ya tenías tomada de antes?
Tengo unas oposiciones aprobadas y estoy bastante bien colocado por lo que ya sabía que mi retirada iba a llegar más pronto que tarde. Pensaba que este año tenía posibilidad de entrar a trabajar porque iba cuarto en las listas, pero con el COVID19 me informaron que hasta el año que viene no me llamarían. Es decir, podía seguir un año más jugando. Así que avisé al club pero me dijeron que la plantilla estaba casi cerrada. Cuando ellos deciden no renovarme fue cuando decidí que si no jugaba aquí en Córdoba, me retiraría. No tenía ninguna duda. Me he tirado toda mi vida jugando fuera de casa y ya quería estar aquí con mis amigos y mi familia.
Me hubiera gustado que el club hubiera ido de cara conmigo
¿Te esperabas que no te fueran a renovar?
Con esto del COVID sí que esperaba que fuéramos un poco más de cara, diciéndome a mí las cosas claras. Ellos me dijeron que no contaban conmigo por mi situación laboral y yo les dije que eso no era así porque mi situación ya la había solucionado y dependía de ellos renovarme o no. Entonces sí que me hubiera gustado que los directivos del club me hubieran preguntado antes por mi situación pero no me llamaron. Cuando llegó el momento me dijeron directamente que no me renovaban. Me hubiera gustado que me hubieran dicho que no contaban conmigo directamente.
Aún así sales bien del club…
Por supuesto. Yo he salido bien del club y no he tenido problema con ninguno, dejo grandes amigos y no les guardo rencor. Para mí el Córdoba es más que algo personal. Es donde yo me he criado, donde he vivido y eso vale más que cualquier cosa porque yo lo veo como un sentimiento que como algo personal o material.
Y ese sentimiento se refleja en la decisión de dejarlo si no es para jugar en el Córdoba…
Yo no quería salir de Córdoba, voy a cumplir 32 años y ya era hora de retirarme. Quería hacerlo jugando en Primera División y con el club que amo. Me hubiera gustado retirarme deportivamente y personalmente de otra forma. Deportivamente no ha podido ser por el Covid y personalmente por la espinita que te he dicho que tengo ahí clavada.
Y encima lo dejas en Primera…
Eso sí que es gratificante después de todo. Un equipo novato como nosotros con todos los jugadores cordobeses. Aunque luego llegaron 4 ó 5 fichajes que se acoplaron perfectamente al grupo y aportaron bastante. No nos hemos metido en descenso nunca. Aunque se hable de que él Córdoba se ha salvado porque la liga se ha terminado. El Córdoba no le tiene que dar las gracias a la Liga porque se haya acabado. Se la pueden dar otros equipos, pero nosotros no porque nunca hemos estado en descenso.
Lo dejas en Primera, precisamente tú que marcas el gol del ascenso.
Ese ha sido el momento más importante de mi carrera porque siempre sueñas con meter el gol de un ascenso y si encima es con el club con el que te has criado, imagínate. No se puede explicar con palabras los sentimientos que se pasaron esos días por mi cabeza. Eso va a marcar un antes y un después en el fútbol sala cordobés. Cómo 14 amigos de Córdoba juegan en Segunda División y ascienden a Primera.
Tiene mucho mérito.
Mucho. Toda la plantilla y el cuerpo técnico éramos de Córdoba. No había ninguno de fuera de la provincia. Es imposible repetirlo. Nosotros íbamos a jugar porque nos gustaba. El presupuesto era pequeño, no cobrábamos bien y lo aceptamos. La gente se iba a trabajar y entrenábamos de 10 a 12 de la noche y había gente que vivía a una hora, llegaba a las 2 de la mañana a su casa y a las 7 a trabajar hasta las 6 de la tarde y directo a entrenar y así todos los días. Así que el mérito también es por eso: cómo competíamos llevando también un trabajo para adelante.
Entonces, ¿se puede decir que ese gol ha sido el más importante de tu carrera?
Sin duda. Sí que es cierto que también tuve la suerte en la final de la Copa de Bélgica de anotar 4 goles. Pero con lo que uno sueña es con, como dicen: “ser profeta de su tierra” y eso he tenido la suerte de vivirlo. He soñado siempre con jugar en casa. Cuando eres pequeño sueñas y dices: “ojalá el Córdoba tenga un equipo en Primera División y yo pueda jugar”. Y fíjate.
Ojalá lleguen grandes patrocinadores y el Córdoba se asiente en Primera
Una realidad que tenía que llegar por la gran cantera de jugadores que hay en Córdoba.
Sólo había que poner un granito de arena por parte de alguien, que en este caso ha sido Jose el que se ha metido. Fíjate la de jugadores cordobeses que hay que si me pongo a nombrar me sale una Selección Española: Carlos Barrón, Andresito, Solano, Rafa López, Lolo o Bebe. Hay bastantes jugadores en Córdoba para que alguien apueste de verdad y ojalá se asiente en Primera y llegan grandes patrocinadores y esto vaya para adelante.
¿Cómo es para un cordobés ese momento en el que se viste por primera vez la camiseta del Córdoba?
(Suspira). Increíble. Desde pequeño es lo que siempre he vivido, llevar la camiseta del Córdoba de fútbol porque en aquel momento no había futsal, ir al estadio con tu camiseta. Yo he jugado en el Córdoba toda mi vida y cuando llegas aquí, te pones la blanquiverde, entras a Vistalegre y escuchas el himno con 4000 personas se te pone la piel de gallina. No hay palabras para describirlo.
Cuando recibes la llamada y te dicen que te quieren para el Córdoba..
No me lo pensé. Cuando estaba en Bélgica, me llamaron Maca y Jose para ver cuáles eran mis expectativas, les expliqué que yo quería volver a Córdoba porque tenía que presentarme a las oposiciones y me confirmaron que me llamaron para jugar en el Córdoba Futsal. Cuando llegué a Córdoba me reuní con el entrenador en un bar y hablamos más de otros asuntos que de firmar porque ya sabíamos los dos que iba a hacerlo.
¿Cuál ha sido la mejor etapa de tu carrera?
Sin duda la de Jaén Paraíso Interior. Estaba a un nivel alto, Dani Rodríguez confiaba mucho en mí. Me quedo con la espinita de no haber seguido más tiempo con él. Fue una decisión que tomé y que no estuvo acertada. Me sacaba el máximo rendimiento. No sé lo que tenía. Mis mejores años deportivos han sido en Jaén.
¿Te arrepientes de haberte ido de Jaén?
Sí. Aunque cuando me fui a Levante conocí a grandes personas y me llevo grandes amigos. Me di cuenta que al separarme de Dani Rodríguez bajé mi rendimiento deportivo. Sabe sacar lo mejor de ti. Yo alucinaba porque cada entrenamiento con él era un aprendizaje y me divertía. Es como cuando vas al colegio con un profesor bueno y te gusta ir a clase por él y aprendes. Así que fue una decisión equivocada pero igual gracias a esa decisión he acabado en el Córdoba o he ido a Bélgica y he ganado títulos. Más que deportivamente, me arrepiento de cómo fue y de cómo lo hice porque no lo hice bien.
Al separarme de Dani Rodríguez bajó mi rendimiento deportivo
¿Se puede considerar a Dani Rodríguez como el mejor entrenador que has tenido?
Sin duda. Lo que Dani consigue poca gente lo consigue. La de jugadores que pasan por Jaén y les saca el máximo, explotan y cuando salen, bajan su nivel un poco. Yo además lo considero un amigo mío. Al final es el resultado también al trabajo del cuerpo técnico.
Dani Rodríguez es el entrenador que más te ha marcado, ¿y el compañero?
He hecho bastantes amigos estos años. Puertas, Carlos Anos, Loren, Gonzalo… Es difícil elegir uno pero me quedaría con Gaison el año de Marfil Santa Coloma. Fue un año duro porque el salto a primera fue difícil. En la plantilla había muchos jugadores contrastados y para mí no fue un buen año deportivamente. Gaison me ayudó muchísimo, estaba siempre conmigo, confiaba muchísimo en mí y mi salida de Marfil le dolió casi más que a mí y me marcó bastante.
¿Cuál ha sido el peor momento de tu carrera?
Gracias a dios no he tenido muchos momentos malos. Quizá el penalti que fallé en el partido frente a Valdepeñas este año y que pudimos ganar. Pero para fallar un penalti tienes que tirarlo y un año antes lancé el penalti que nos metió en la final de playoff de ascenso.
Ahora te voy a nombrar los equipos por los que has pasado y me vas a resumir tu etapa en ellos con un adjetivo. Empezamos por Bujalance.
Ilusión. Mi primer año y ahí tenía la ilusión de llegar a jugar en un equipo profesional.
Arcebansa Zamora.
Novedad. Era la primera vez que salía fuera de casa de mis padres y era algo nuevo para mí ya dentro de la propia profesionalidad que se exigía. Allí tenía que curtirme solo.
Marfil Santa Coloma.
Difícil definirla porque allí fue todo muy raro. Primero el entrenador contaba conmigo, luego dejó de contar. Deportivamente lo pasé muy mal porque llegué de un equipo en el que tenía galones. Así que esta etapa la describiría como nueva porque todo lo que hice anteriormente en Primera no me valía.
Jaén Paraíso Interior.
Experiencia. Ahí fue donde me curtí como jugador y donde aprendí a ser profesional. Antes era más niño y tenía ilusión. Pero cuando bajé a Jaén fue bajar también a Segunda División y hacer de líder y Dani me preparó para ello.
Levante UD.
Decisión. Fue una decisión que tomé porque no pensé tanto en lo deportivo y sí más en lo personal porque me apetecía vivir en la costa, Valencia es una ciudad grande donde también tengo familia.
Khazar Islands de Azerbaiyán.
Locura (ríe). Nadie lo conocía. Cuando yo fui no había ido ningún español aún. Me llegó una oferta irrechazable. Carlos Anos se puso en contacto conmigo vía Twitter para contarme que tenía una oferta de Azerbaiyán por si quería irme con él. Una experiencia deportivamente buena porque ganamos la Liga, pero socialmente fue duro porque estábamos solos, era la primera vez que salíamos de España y con poca gente hicimos migas. Yo con Araça porque estaba en mi equipo y ya era más español que brasileño y Carlos Anos que me lo llevo como hermano. Es lo mejor que me llevo de Azerbaiyán.
Omania Nicosia de Chipre.
Un paso. Para mí fue como un paso de un equipo a otro. Fue un cambio de aires radical porque lo pasé tan mal socialmente en Azerbaiyán que bajarme a Chipre fue un cambio de vida.
¿Cómo describirías la liga de Chipre?
Muy futbolera. Allí los equipos de fútbol son los que llevan el fútbol sala. Por ejemplo el Apoel de Nicosia tiene sección futsal, el Omonia, dónde yo jugaba, tenía equipo de fútbol que jugaba la Europa League. No había ninguno de fútbol sala solamente. Por lo que allí al futsal no le va a faltar nunca dinero porque todo lo mueve el fútbol.
Gelko Hasselt.
Aprendizaje. Aprendí muchísimo de otras culturas, de los prejuicios que tenemos en España en cuanto a las religiones. Por ejemplo, en un staff de pretemporada ellos mismos se preocupaban por ti por si te despertaban porque tenían que rezar, cuando al final el intruso eres tú que se mete en su forma de vida. El primer año allí me gustó bastante pero el segundo año lo pasamos peor a nivel deportivo porque la situación no era muy buena y a la vista está que una vez que nosotros nos vamos aquello explotó.
Y por último, Córdoba Patrimonio de la Humanidad.
Un sueño hecho realidad.
¿Cómo describirías tu carrera deportiva?
Muy buena. Como dije en la carta, el fútbol sala me ha enseñado muchos valores que me sirven para mi día a día: el esfuerzo, el sacrificio, el saber estar en los sitios, el respeto. Pero, sobre todo, humildad. Por ejemplo, cuando ascendimos en Córdoba se creó una burbuja alrededor de decir que seríamos intocables. Pero este deporte te hace tener los pies en el suelo y decir: “disfruta de este momento, pero mañana vas a tener que ir a trabajar y serás uno más de la calle”.
No se nos considera profesionales pero luego nos quieren para sacar dinero gracias a nosotros
Me hablas de la carta y, precisamente, en ella hay una frase que me ha llamado la atención. Dices que el fútbol sala te ha enseñado “valores profesionales (aunque algunos no quieran verlo)”.
Ahora con el COVID se ha puesto de moda menospreciar a los deportes. Es decir, “tú no me interesas y pasas a un segundo plano porque no me das el dinero suficiente o no eres profesional y te aparto”. Hablo del Consejo Superior de Deportes, de la propia Federación o de la Liga que menosprecian a deportes no profesionales. Pero yo desde que empecé me he considerado un profesional. No tiene nada que ver con el dinero que ganes. El fútbol sala profesionalmente es un trabajo.
El ritmo de vida que se lleva es profesional y ahora con las franjas horarias tenéis que salir cuando el resto de las personas y no como los deportistas que sí están considerados profesionales…
Exacto. Y luego nos piden la misma exigencia. No se nos cataloga como profesionales pero luego nos quieren tener ahí los clubes y la Federación para sacar dinero gracias a nosotros llenando pabellones o a través de las televisiones. Pero luego cuando nos tienen que echar una mano, no lo hacen y nos dicen que no podemos ir a entrenar. La Liga tampoco se termina, se tiene que jugar un playoff porque hay mucho dinero en juego. O nos catalogas como profesionales o luego no nos exijas como uno de ellos.
Para terminar, si tuvieras que hacer un quinteto con los jugadores con los que has compartido vestuario durante estos 12 años de carrera, ¿a quién erigirías?
Yo soy muy mío así que pondría a Cristian Ramos en portería, Gaison yRafa López, Jesús Rodríguez y Adolfo. Me dejo a José López o a Dani Rodríguez con el que también coincidí como jugador…
Y el entrenador de ese equipo, clarísimo…
Sí, sí. 100%. Con ese equipo Dani Rodríguez lo mete en la Copa de España.