Al Fútbol Emotion Zaragoza se le volvió a atragantar el último minuto y cedió un empate ante el Peñíscola Globeenergy tras un partido muy reñido y precioso entre dos equipos que van a dar que hablar. Foto: Pedro Luis Serrano.
Como contra ElPozo, se le fue el partido al Fútbol Emotion Zaragoza en el último minuto con el juego de cinco, aunque esta vez ante el Peñíscola Globeenergy (3-3). Ambos equipos ofrecieron un gran espectáculo, demostraron madurez sobre la pista y dejaron bien claro que igual no tienen las mismas armas que otros transatlánticos de Primera, pero lo compensan con ambición, buen juego y alegría. Van a dar que hablar.
En la primera mitad hubo varias primeras partes. A cada rato ambos conjuntos se repartieron el dominio, las ocasiones y el acierto, que fue variando con el paso de los minutos. Aun así, en el cómputo global, el empate en el intermedio quizá fue el resultado más justo. La primera fue de los castellonenses, de Iván Rumbo tras un fallo en una entrega de Juanqui, pero Ortego taponó. La réplica también llegó de un balón similar, pero Ortego no conectó bien con el esférico. Acto seguido, Eloy Rojas se sacó un latigazo desde 15 metros que se fue al larguero.
Después de dos grandes oportunidades de Pani desde lejos y de Gomes, que definió muy flojo solo en el área, el Fútbol Emotion dio un paso al frente y empezó a merecerse el tanto. Dian Luka falló la primera de tiro cruzado, Molina evitó con la cara el tanto de Javi Alonso en una recuperación en banda y el meta zaragozano también impidió, de nuevo, el gol de Dian Luka. Finalmente, nada pudo hacer ante la que será, sin duda, una de las mejores jugadas de la jornada. La asfixiante presión del Peñíscola la salvó con paciencia el cuadro aragonés hasta que Retamar metió una diagonal larga a Ortego, continuó la jugada y definió en el segundo palo a placer.
El gol local espoleó al Peñíscola Globeenergy, que pronto le dio la vuelta al electrónico tras una oportunidad de Miguel Fernández y un error a bocajarro de Javi Alonso y Ortego. Primero, Orzaez cruzó el balón al fondo de la red tras una gran cabalgada por la diestra frente a Óscar Villanueva y poco después, en un saque de banda potente de Pani, entre David e Iván Bernad dieron la vuelta al marcador.
Tuvo el cuadro de David Marín algunos minutos de cierto nerviosismo, pero cuando volvió a creer en su juego y a mover el cuero con más calma consiguió llevar de nuevo el peligro hacia Molina. Y así llegó el empate, con un penalti por mano de Rahali a tiro de Eloy Rojas que el propio gaditano (qué momento de forma el suyo, por cierto), se encargó de transformar. En los minutos finales el Peñíscola volvió a inquietar a Iván, pero el meta aragonés se hizo gigante Plaza, Gomes y Walex.
En la segunda mitad la dinámica fue muy diferente. Aunque la intensidad, la tensión y la energía de ambos conjuntos se mantuvo intacta, sí que bajó el ritmo de producción ofensiva. Al principio estuvo más cómodo el Peñíscola, aunque las aproximaciones, de Tuli, Javi Alonso y Ángel Gascón se las repartieron entre ambos.
Y aunque los visitantes se sintieron más cómodos sobre la pista y con más ritmo, el Fútbol Emotion acertó entre los tres palos en una contra en la que los de Manolín pidieron falta. No lo estimaron los colegiados y Adri Ortego anotó a placer tras servicio de Dian Luka.
Las cinco tempraneras cinco faltas del Fútbol Emotion propiciaron que diera un paso atrás y que intentara que pasase el tiempo más aculado en su campo y saliendo de presión con el pívot. Iván Rumbo le dio al larguero en un chutazo y Molina evitó el 4-2 de Javi Alonso con una mano tremenda.
Y de porterazo zaragozano a porterazo zaragozano, porque Iván Bernad no se quedó atrás al repeler a Gauna y Pani dos tremendas. Ortego tuvo la sentencia en una volea de córner que se marchó por un pelo, pero no castigó al Peñíscola y, como le sucediera contra ElPozo, a los aragoneses se les fue la victoria en el último minuto con el portero-jugador. Pani, en la primera, recortó, le pegó con la diestra y fue para dentro, dejando unas tablas justas en un encuentro muy bonito entre dos equipos que van a dar que hablar.