El Fútbol Emotion y el Movistar Inter se neutralizan en un duelo muy intenso y en el que cada uno dominó una parte. Foto: Aitana Sánchez Herber.
Casi dos partidos y medio duró la racha sin marcar en Liga del equipo aragonés, pero en la primera mitad no llegó antes por detallitos y no por falta de merecimiento. El Fútbol Emotion hizo unos iniciales 20 minutos en los que quiso, percutió, dirigió el juego y con el peso del partido ante un Movistar Inter que generó peligro especialmente en estrategia y en transiciones rápidas aprovechando la velocidad de Pito, Eric Martel o Cecilio.
En la primera ya pudo adelantarse el Fútbol Emotion, pero Dian Luka le pegó al larguero. Respondió Eric Martel y Jamur se quedó a centímetros de atinar entre palos un peligroso mano a mano. Después llegó el momento de Juanqui, pero primero tiró demasiado cruzado tras media vuelta y acto seguido se tiró Iacovino con todo para interponerse a su gol cantado.
Pero el Movistar Inter también quiso mostrar que no estaba de paso por el Siglo XXI, aunque se encontró con un brillante Iván Bernad, que tapó todas las vías hacia su meta. Boyis lanzó fuera desde posición centrada y Cecilio no pudo superar al meta en una transición.
Entonces el caudal ofensivo se redujo un poco. El Fútbol Emotion combinó y aguantó más el balón frente a un Inter muy bien plantado y tratando de salir como flechas. Aun así, hubo oportunidades en las botas de Juanqui y de Pito, que salvó con la zona más delicada del cuerpo Iván Bernad.
Y en el tramo final llegó otro arreón de los zaragozanos y la merecida recompensa. La racha la pudo finiquitar Retamar desde los diez metros, pero la mano tensa de Jesús Herrero lo impidió. Y poco después, por fin los aragoneses celebraron un gol.
Una bonita contra terminó en los pies de Ángel Gascón, el de Pinseque le regaló el gol a Dian Luka, aunque le dio al larguero, y en el rechace el ala armó la zurda y fusiló la portería interista. El primer gol en la élite de un currante del fútbol sala que fue creciendo desde Segunda B hasta Primera. Un ejemplo para os que vienen por detrás. Ahora bien, casi le dura poco la alegría porque Boyis casi pincha el balón al estrellarlo en la cruceta.
Ahora bien, tras el intermedio el Movistar Inter actuó como se le presuponía y fue ese equipo insistente que se esperaba. Si el primer tiempo fue para los aragoneses, el segundo fue claramente de los madrileños, que merecieron el empate y tuvieron sus opciones hasta de ganar con un Fútbol Emotion echado hacia atrás.
Cecilio chutó un poco blando una estrategia y Retamar se estiró para evitar el gol de Eric Martel. Acto seguido, el propio Retamar desvió un pelín más de la cuenta una diagonal larga de Óscar Villanueva. Después de este susto, Iván Bernad fue la peor pesadilla de los atacantes interistas. Iacovino no ajustó dos acercamientos, detuvo a Saldise en una contra y sacó el pie a una puntera de Eric Martel. Entre tanto, Boyis salvó el tanto de Eloy Rojas ya con Jesús Herrero vencido.
El partido siguió con un aire de cierta locura en el que Boyis pudo anotar, Jamur en una contra no acertó a rematar y en la contra de la contra Ortego estuvo providencial ante Eric Martel. Y al final, tenía que llegar y el ejecutor fue Iacovino, que tiró cruzado tras un saque de esquina.
Y al final, aunque resulte extraño, no hubo juego de cinco, aunque cualquiera pudo marcar. Jamur hizo un jugadón personal y reventó el balón en el larguero, Jesús Herrero evitó en dos tantos el gol de Eloy Rojas y en los últimos minutos Iván Bernad volvió a hacerse gigante. Al final, justas tablas.
