El Fútbol Emotion, que vio truncada su gran racha ante el Real Betis, recibe a un Burela en el que se estrena Sito Rivera como técnico tras la destitución de Juanma Marrube pese a vencer al Valdepeñas. Foto: Toño de la Parra.
Paradójicamente el que está más arriba viene de perder tras una buena racha y el que está abajo llega de ganar tras una mala dinámica de resultados. Y en ese clima incierto se miden el Fútbol Emotion Zaragoza y el Pescados Rubén Burela. Ahora bien, para añadir más picante al asunto los gallegos estrenan técnico después de que, por sorpresa, sobre todo por haber ganado el último duelo frente al Viña Albali Valdepeñas, la directiva del Burela destituyera a Juanma Marrube, por lo que será el estreno en el banquillo naranja de Sito Rivera.
El Fútbol Emotion tuvo la oportunidad en Amate frente al Betis de dar un golpe encima de la mesa, pero falló y se vio superado por los verdiblancos, un rival directísimo en la lucha por los puestos de playoff. Los de David Marín, pese a que estuvieron activos en ataque, fueron castigados por los errores defensivos y de salida de balón, unos fallos a los que no acostumbra. Perdió esa esencia aguerrida y seria en el aspecto defensivo y acabó pagándolo, lo cual debe servir como toque de atención.
Por lo demás, si los aragoneses quieren estar en el grupo cabecero y ascender un peldaño más deben sacar adelante encuentros como el que les mide frente al Burela. A su favor juega la solidez mostrada en un Siglo XXI que, además, recupera el público (300 espectadores) después de meses y meses a puerta cerrada. En concreto, desde octubre. En su pabellón no pudieron ganar conjuntos como Inter, Levante o ElPozo y el único que se ha llevado los tres puntos ha sido el Jimbee Cartagena. Una garantía.
En el bando contrario la principal incógnita es ver cómo reacciona el Pescados Rubén Burela a la destitución de Juanma Marrube y al estreno de Sito Rivera y más viniendo de victoria y todavía más tras todos los mensajes de agradecimiento al ya extécnico del conjunto gallego por parte de la plantilla.
Pero más allá de eso, los gallegos buscan un golpe de efecto y recuperar el pulso, porque el último triunfo debe tener continuidad para no sufrir y escapar de una zona de descenso que apunta a ser una guerra entre numerosos contendientes a tumba abierta. Un drama. La victoria contra el Valdepeñas permitió respirar un poco y salir de la zona roja, pero el fuego del infierno del descenso todavía quema.