La soberbia actuación del guardameta madrileño, el inicio somnoliento del Cartagena y la pegada interista permitieron al conjunto de Jesús Velasco redondear una semana casi perfecta. (Foto: Jimbee Cartagena).
“Ha sido una semana de oro para nosotros”, dijo Jesús Velasco tras acabar goleando al Jimbee Cartagena. No es para menos. Victoria importante en el Clásico contra ElPozo Murcia, un punto agónico ante el Jaén Paraíso en IFEJA y remontando y nuevo triunfo a domicilio, esta vez en el Palacio de los Deportes de Cartagena. Quizá al Movistar Inter se le exige un 9/9 por ser el campeón de todo, pero a tenor de las circunstancias, de la plaga de lesiones y del cansacio acumulado por la Champions y la Liga, el Inter ha sacado oro puro.
El de Cartagena fue el día de Álex González. Parece un actor secundario, casi siempre a la sombra de un excelso Jesús Herrero, pero el encuentro que completó en el Palacio fue de papel protagonista y digno de una estatuilla, por continuar con el símil cinematográfico. Fue desesperante para el Jimbee y una bendición para los interistas. Las paró de todos los colores y formas. Dobles intervenciones, abajo, arriba, de estirada, haciendo la cruz, con el pecho… Si nos ponemos a repasar todas, una a una, no se termina nunca esta crónica.
El Movistar Inter se mostró cansado por el tute de partidos que acumula y la poca rotación en cuanto a número de efectivos por la enfermería. Apretó al principio, con el tanque de combustible lleno y aprovechando la salida somnolienta del Jimbee Cartagena. Humberto cazó la primera a los tres minutos y, en una contra, Borja marcó el segundo. Severo castigo para empezar.
Desde entonces, el choque viró hacia un dominio incontestable de los pupilos de Guillamón, con una rotación buscando más la fantasía con Eka y Batería y otra eléctrica con Juanpi y Rahali. Planteó el técnico local entonces un correcalles para desordenar al Movistar Inter y aprovechar así su físico ya en la reserva. Injusto sería decir que no le funcionó, porque el número de ocasiones fue muy superior al de los madrileños, solo que había un tal Álex González bajo un influjo mágico. No había manera con el paso de los minutos.
El conjunto azul trataba de salir a la contra rápido y sin apenas conducir el balón. En una de esas acciones directas y casi aisladas, y tras un doble penalti que Raúl Jerez detuvo a Ricardinho, Borja aprovechó un rechace de un mano a mano de Bebe (cuya media vuelta para zafarse de la presión fue exquisita) para anotar el tercero a placer.
Con el paso por los vestuarios, el Cartagena todavía mejoró más. Y ya era difícil. Ofreciendo esta versión y cuidando un poco más la defensa es candidato a estar en Valencia sin duda. El muro de Álex ahí seguía ante la desesperación colectiva. Para más inri, Bebe emuló a Esquerdinha y anotó desde su casa otro golazo. El 0-4 era demasiado castigo.
Ya con el juego de cinco y tras varias ocasiones para los dos conjuntos, el pecho de Eka rompió al fin la imbatibilidad de Álex González. El orgullo cartagenero propició que siguiera probando jugando en superioridad, pero le salió rana. Humberto con algo de fortuna puso el 1-5 y Daniel, otro jugador que cuajó una actuación excelente, redondeó su buen partido con el sexto y definitivo tanto.
Semana casi fantástica para el Movistar Inter, que recupera el pulso de la cabeza, y el Jimbee Cartagena deberá continuar en esta línea ascendente e ilusionante para sumar y acechar los puestos de privilegio.