España vence claramente por 11-0 a Bolivia en el partido por la medalla de bronce mientras que Portugal consiguió el oro gracias a una espectacular Fifó ante una muy digna Japón. Foto: www.sefutbol.com
España comenzó la final de consolación con intención de eso mismo, de consolarse. Y para ello qué mejor que presión alta y robo para abrir el marcados a menos de medio minuto del inicio por medo de Noe. En tres minutos ya iba España ganando 3-0. Bolivia intentaba defender fuerte en individual pero no podía con las españolas. El cansancio hacía mella en una plantilla de solo ocho jugadoras en la que el entrenador debía dar más descanso de lo habitual a una bastante desdibujada Gálvez en el partido.
España no pudo mantener ese ritmo mucho tiempo, sin embargo siguieron llegando ocasiones y marcando goles. Al descanso las nuestras ya iban venciendo por 6-0. Las bolivianas en la reanudación intentaron por todos los medios conseguir algún gol y el partido se convirtió en poco menos que un correcalles de ida y vuelta y en la vorágine España sacó el rendimiento que las sudamericanas no fueron capaces de sacar. 11-0 al final de un partido que dejó sabor amargo en la expedición por la lesión de rodilla de la capitana Antía tras un choque con Gálvez.
En la final Portugal venció 4-1 a un Japón que quizás mereció un resultado más apretado. Nuestras vecinas ganaron sobre todo merced a un espectacular partido de Fifó, autora de los cuatro goles de las lusas, confirmando que ha sido la jugadora más determinante del torneo . Las portuguesas abrieron el marcador en la primera jugada del encuentro de golpeo lejano allanando el camino hacia el título olímpico. El poderío físico de las portuguesas fue decisivo y pese a que las asiáticas mejoraron mucho en el segundo tiempo el 3-0 del descanso resultó ser definitivo para el oro. Las portuguesas se llevan el primer oro olímpico del fútbol sala en una experiencia que esperemos que no quede en flor de un día, pese a que las expectativas no son nada halagüeñas.