Los baleares remontan y ganan 1-5 en su visita a UMA Antequera. De esta manera se colocan líderes de la clasificación tras la finalización de la primera jornada de liga. (Foto: Palma Futsal)
Los de Vadillo se hicieron con la pista en los primeros compases del encuentro con una presión alta y un ritmo intenso. Muestra de ello fueron las claras ocasiones de Vilela y Rafa López. Sin embargo, perdieron por unos instantes el control del encuentro y los universitarios lo aprovecharon para hacer daño. Y lo consiguieron. Ya que en el minuto cinco lograron salir de esta presión anotaron el primer tanto. Obra de Óscar Muñoz que rozó en un jugador rival, desviando el balón sin dar opción a Barrón de evitar el gol.
Palma no cesaría en su intento de darle la vuelta al marcador. Aunque el partido se encontraba sin un dominador claro y ambos equipos tenían ocasiones manifiestas de gol. Aún así, la eficacia de los visitantes volvió a aparecer y en un saque de esquina, Tomaz puso el empate.
Ahora sí, los visitantes eran los claros dominadores del encuentro y el premio les llegó en el último minuto de la primera parte. A falta de 40 segundos Vilela puso el 1-2 con un remate directo de falta. Poco después sería Nunes, a pase de Rafa López, quien amplió diferencias haciendo el 1-3. Este resultado le dio sin duda un respiro y más confianza a los baleares que por un momento concedieron demasiadas ocasiones claras a UMA.
En la segunda parte seguiría el mismo guión y ya en los primeros segundos Raúl Campos puso el 1-4. A pesar de ir con ventaja más que suficiente en el marcador, los de Vadillo querían más. No concedían ni un error a los locales para intentar recortar distancias e impusieron su ley en la pista. Para intentar hacer algo de daño, Moli apostó por el portero jugador. Fue entonces cuando Carlos Barrón anotó el quinto y definitivo gol tras atajar un tanto de Alvarito.
1-5 final. Más que tres puntos para Palma. Esta victoria les coloca líderes y demuestran que llegan al nuevo curso con un mejor fútbol sala que el año pasado y con más hambre que nunca de títulos.