El Industrias Santa Coloma y el Fútbol Emotion necesitan vencer sí o sí para apurar sus opciones de estar en la Copa y para distanciarse un poco más de la zona peligrosa de la tabla. Foto: Ernesto Aradilla.
En esta temporada tan extraña y caótica, entre tanto protocolo, positivo y aplazamiento, cuesta hacer una fotografía real de la clasificación. Y para complicarlo todo un poquito más, la liga es una locura en cuanto a su igualdad. Hay un pelotón de equipos que están a tiro de piedra de la Copa y alguno que otro que si vence los partidos pospuestos, también. Cuesta mucho saber quién es realmente candidato y si alguien depende de sí mismo o no, así que los equipos deben tomar el camino más recto y corto: ganar.
Ese es el objetivo del Industrias Santa Coloma y el Fútbol Emotion, dos equipos a los que les aguardan solamente dos partidos hasta el final de la primera vuelta y que están obligados a vencer si quieren tener alguna opción. De momento, hay que llegar al octavo puesto y después ya se verá cómo se acaba decidiendo el asunto. Ambos se miden a las 19.00 horas en tierras catalanas y, en caso de empate o derrota, sus opciones quedarán dilapidadas o reducidas a la mínima expresión. Partido muy clave.
Los dos se aferran a las matemáticas y a la igualdad. Los locales, después de un tramo intermedio de quilates, han echado el freno y suman dos puntos de los últimos 12 en juego. Sus opciones se han visto reducidas y los puestos de peligro no andan lejos, por lo que el triunfo se antoja necesario para acercarse a la zona alta y escapar de la baja.
Parecido es el caso del Fútbol Emotion, un conjunto al que cuesta ganarle una barbaridad pero al que le también cuesta vencer otro tanto. Ocho empates de 15 encuentros es un buen baremo de tal afirmación. Los aragoneses han tenido problemas para amarrar victorias en el tramo final, pero por otro lado son especialistas en levantar encuentros casi perdidos. ADN competitivo, como demostró una vez más ante Osasuna Magna. Y eso, ante un Industrias que tiene en su último minuto su talón de Aquiles, puede ser un punto a favor. Sea como fuere, se antoja un encuentro muy disputado, igualado y predestinado a decidirse por mínimos detalles. Copa, descenso… mucho en juego.