España realiza un partido más que serio en la última jornada del grupo ante Trinidad y Tobago a la que vence por 16-1. Las pupilas de Claudia Pons mantuvieron la concentración e incuso ensayaron variaciones tácticas con la vista puesta en las semifinales contra Japón. Foto: RFEF
Al igual que en el partido contra Tonga en el encuentro contra Trinidad y Tobago las chicas de Claudia Pons dejaron claro desde el primer momento que eran muy superiores a sus rivales. En los primeros minutos ya se sabía que el resultado iba a ser una goleada realmente abultada. Un 4-0 en los primeros cuatro minutos dejaba bien clara la diferencia entre las dos escuadras. Sin embargo, y a diferencia de Tonga, las caribeñas tardaron bastante en encerrarse en su propia área y buscaban el gol si bien con no demasiado acierto. Esa esperanza, traducida en forma de espacios, era aprovechada por las españolas para seguir alimentando la goleada. Pasado el ecuador de la primera parte y con 8-0 ya para España un error en un balón alto por parte de Silvia fue aprovechado por Hacksaw para conseguir el objetivo parcial de las triniteñas e inaugurar su casillero, pero poco más. El 10-1 al descanso da una idea clara de lo ocurrido en un primer tiempo en que España incluso tuvo tiempo de practicar un poco el portero jugador para lo que pueda pasar en la fase final del torneo, si bien con moderación por eso del fair play.
En la segunda parte el conjunto caribeño sí se encerró más y apenas intentaba jugar la pelota salvo en saques largos de su portera en busca de Mejías en punta. Mientras tanto España mejoró mucho en sus prestaciones en ataque estático frente a defensas cerradas en comparación a lo visto contra Tonga. La participación de Antía en este partido y el buen trabajo táctico de Pons hizo que las nuestras crearan una gran cantidad de ocasiones que poco a poco fueron materializándose en la mayor goleada del torneo. Lo mejor del partido fue, en mi opinión, no el resultado (bastante previsible) sino el desarrollo del juego de las nuestras, el buen número de ocasiones y el entusiasmo de las chicas en los momentos en que las jugadas tácticamente diseñadas en la pizarra terminaban con éxito en el campo. El resultado final, 16-1, pese a lo que pueda parecer es lo de menos sino la sensación de que el equipo está preparado para todo.
En semifinales nos espera un rival mucho más duro de lo que nos hemos encontrado hasta ahora. Japón es un país con tradición salística y que nos pondrá las cosas más complicadas que Bolivia o Tailandia. Pero es el momento de confiar en estas jugadoras porque se lo han merecido.
La cita es el lunes a las 21.00 horas contra Japón. Y podrá ser visto por streaming a través de la web de la selección española (sefutbol.com/ ) o del canal olímpico (olympicchannel.com)